Un equipo de más de 100 profesionales
mantuvo el cuerpo con vida durante casi dos meses y cuando su condición
empeoró los doctores realizaron una cesárea. La mujer de 22 años murió.
El cuerpo de una mujer embarazada con
muerte cerebral fue mantenido con vida durante siete semanas para que el
feto pudiera sobrevivir, afirmaron los médicos de Omaha encargados del
proceso. El bebé de 1.264 gramos, llamado Ángel, nació este mes en el
Hospital Metodista de la Mujer.
Su madre, Karla Perez de 22 años,
colapsó en su casa de Waterloo a inicios de febrero luego de quejarse de
un fuerte dolor de cabeza. Los médicos descubrieron una hemorragia
encefálica y determinaron que tenía muerte cerebral. Sus familiares
dijeron a los médicos que querían hacer todo lo posible por el bebé que
llevaba en el vientre.
La televisora KETV, de Omaha, reportó
que los doctores determinaron que necesitaban mantener el cuerpo de
Perez con vida para que el feto siguiera creciendo.
El feto tenía apenas 22 semanas y no
podía sobrevivir fuera del útero al momento de la muerte de Perez,
comentó el doctor Todd Lovgren a la televisora WOWT. “Para poder darle a
Ángel cualquier posibilidad de sobrevivir, teníamos que prolongar el
embarazo de Karla el mayor tiempo posible”, dijo.
Un equipo de más de 100 médicos,
enfermeras y personal mantuvieron el cuerpo de Pérez con vida durante
casi dos meses, y cuando su condición empeoró el 4 de abril, los
doctores realizaron una cesárea. Ángel fue internado de inmediato en la
unidad de cuidados neonatales intensivos, donde sigue desarrollándose.
Días después del procedimiento, se declaró la muerte de Perez y se
donaron sus órganos. “No tengo palabras para describir la atención
recibida y cómo cuidaron tanto a mi hija”, declaró a WOWT la abuela de
Angel, Berta Perez.