En mi adolescencia comencé a presentar algunos problemas, tales
como dolor exagerado cuando llegaba a tener mi ciclo menstrual, porque
la mayoría de los meses del año ni siquiera menstruaba. Mi mamá pronto
tomó cartas en el asunto y me llevó al ginecólogo, quien nos hizo saber
que mi útero y matriz estaban llenos de quistes. Fueron varios años de
tratamientos, biopsias y hasta pequeñas cirugías para un día darnos la
terrible noticia: mis órganos parecían estar tan invadidos que lo más
probable sería que nunca pudiera tener bebés. No recuerdo que a mí la
noticia me hubiera afectado de alguna manera, pero sí recuerdo lo mucho
que les afectó a mis padres.
El tiempo pasó, seguí con los
medicamentos recomendados, me casé y pude llegar a ser madre de tres
hijas. No tuve ninguna complicación durante los embarazos, ni abortos y
durante varios años, los quistes parecieron darse por vencidos y ceder
un poco; pero ahora que ya estoy entrada en mis cuarentas, esos quistes
rebeldes regresaron más fuertes y con refuerzos, provocándome serios
sangrados por lo que una vez más recurrí al ginecólogo y esta es la
información que quiero compartirte:
- Los quistes pueden llegar a desarrollar cáncer, principalmente en ovarios
- El cáncer ovárico es uno de los más agresivos y con un alto índice como causa de muerte.
- Todas
las mujeres debemos por mucha a tención a los síntomas, factores de
riesgo y antecedentes. No existe una causa exacta o comprobada para su
formación, por lo que todas las mujeres debemos por mucha a tención a los síntomas, factores de riesgo y antecedentes que han experimentado en común otras mujeres.
Factores de riesgo
- Entre menos hijos
tengas, se incrementan las posibilidades de adquirir este tipo de cáncer
o cuanto más tiempo tardes en embarazarte y tener hijos, el riesgo
igualmente aumenta.
- Si alguien de tu familia ha presentado algún tipo de cáncer, de cualquier tipo, el riesgo aumenta también.
- La población de mujeres que presenta este tipo de cáncer con más frecuencia está entre los 55 y 60 años.
Síntomas
- Lo terrible de esta enfermedad,
es que sus síntomas son fáciles de confundir con una infección o con
colitis o cualquier otra enfermedad que distienda el abdomen.
- Quien
lo padece, frecuentemente deja de comer, pues se siente demasiado
"llena" o se siente muy pronto satisfecha al ingerir alimentos.
- Con mucha frecuencia los ciclos menstruales se alteran, son irregulares o desaparecen y aparecen de forma repentina.
- Problemas digestivos, de ahí que haya tanta confusión y dificultad de hacer un diagnóstico en muchos casos.
- Mucho dolor en espalda y vientre
- Sangrados muy abundantes
Si
estás presentando dos o más de este tipo de síntomas y pudieras también
tener algún factor de riesgo en tu vida, o antecedentes familiares, es
urgente que visites al médico.
Actualmente hay varias pruebas como
la resonancia magnética, el ultrasonido, pruebas de sangre en búsqueda
específica del cáncer, ecografías, laparoscopías y hasta un tipo
particular de prueba de embarazo que pueden ayudar en su reconocimiento y
pronta intervención.
Desafortunadamente, este tipo de cáncer con
ninguna de estas pruebas se puede diagnosticar en las primeras etapas de
desarrollo, de ahí la importancia tanto de observar y conocer tu
cuerpo, como de estar atenta a los cambios que presentas y, sobre todo, a
la prevención de esta enfermedad.
Cómo puedes prevenir el cáncer ovárico
La
respuesta es simple: lo previenes como podrías prevenir muchas otras
enfermedades: vida sana, alimentación que no incluya productos
enlatados, conservadores y altos en grasas; practicar un deporte,
mantenerte en tu peso, actitudes sanas, y cumplir el propósito de tus
órganos reproductivos: tener bebés, amamantar y buscar ser feliz.
¿Qué sucede si ya te han detectado el cáncer?
Primero,
respirar profundo, y sentirte agradecida ¿agradecida por tener cáncer?
¡Agradecida porque tienes un diagnóstico y porque puedes hacer muchas
cosas! Es muy importante que grabes esto en tu mente: "El cáncer no es
una sentencia de muerte".
Existen diversos grupos de apoyo,
asociaciones civiles y gubernamentales. Ellos trabajan para ayudar a las
enfermas de cáncer y sus familias. Busca información y actúa. Si lo
haces con la actitud de entereza y disposición al triunfo, esta será una
batalla más. Aleja de ti la derrota, o cualquier otro sentimiento
negativo. Créemelo: eso nunca te va a ayudar. Por algo se dice que
actualmente el cáncer ovárico, se combate con éxito mediante
quimioterapia o cirugía, aunado a una buena actitud, fe y mucha
esperanza.
Desde que el médico habló conmigo, he estado ocupada
mejorando mi vida: me alimento mejor, corro, estudio y me divierto tanto
como puedo y comparto la información, como hoy lo he hecho contigo y
todo va mucho mejor en mi interior.
Gracias por leerme y no olvides compartir esta información. Si deseas ahondar en este tema, lee los siguientes artículos:
La importancia de la sonrisa en la batalla contra el cáncer