domingo, 13 de julio de 2014

Nadie sabe que a quien en verdad

 Quiero escucharte otra vez decirme que soy el amor de tu
vida

Han pasado dos años. Nos conocimos en U, ambos teníamos pareja, yo era la polola del mejor hombre que he conocido en mi vida. Él pololeaba con una bruja celosa y posesiva (sus palabras). Luego de hacer un trabajo en el mismo grupo pasamos hablando toda una tarde, el flechazo fue instantáneo, dejamos a nuestras parejas y a las dos semanas ya estábamos pololeando.
Los primeros dos años fueron de un amor puro, lindo, el mejor. Cada día que pasaba más lo amaba y ya hablábamos de una casa, un perro, muchos hijos; mi vida giraba en torno a él, no pasaba mas de un día en que no nos viéramos. Me enamoraban su personalidad, su carisma, su sentido del humor, era perfecto…
Luego empezaron los problemas, comenzó a trabajar en un team, salía por las noches, sus compañeras de trabajo eran físicamente perfectas, todas las mujeres suspiraban cuando pasábamos por su lado, yo era invisible. Así estuvimos dos años más, la relación perfecta ya no lo era, me convertí en la bruja celópata, vivía amargada, ya no sonreía, sufría de constantes pesadillas y despertaba llorando por las noches, con él durmiendo plácidamente mi lado…
Revisaba continuamente su celular y sus redes sociales en donde siempre estaba coqueteando con alguien, solo que no sabía que yo sabía, por eso no entendía mis reacciones con él, sentía que lo odiaba, pero tampoco podía vivir sin él. Me sentía atrapada en una relación que me hacía daño, nos hacía daño. T
odo explotó el 28 de abril de 2012, dos días antes de nuestro aniversario N°4. Fue a tirarme mi maleta, había recogido todas mis cosas de su casa y las metió dentro. Me dijo que ya no podía, que era demasiado para él; que me amaba pero que no era suficiente… esa fue la última vez que hablamos, han pasado dos años y nos hemos visto algunas veces, pero aparte de dirigirnos  una mirada parecemos dos extraños con un pasado en común.
He estado con muchos hombres intentando encontrarlo, pero cada vez me siento más sola, ya no quiero estar con nadie, porque nadie es como él. Debo ser un estúpida si aun lo amo, sólo que nadie lo sabe, me convertí en una mujer fría, práctica, con los pies bien pegados al piso. Critico a las mujeres que sufren por amor, grito a los cuatro vientos que soy feliz estando sola, que hago lo que quiero y que no necesito un hombre a mi lado para ser feliz.

Y es verdad, sólo que nadie sabe que a quien en verdad necesito es a ti. Sé que nunca leerás esto, quizá en este minuto estés en brazos de otra, pero quiero que sepas, donde estés, que aquí estoy esperando, quiero volver a sentirme tu mujer, reírnos de nada, compartir con la familia los viernes por la noche, ver películas los sábados y lavar el auto los domingos, quiero escucharte otra vez decirme que soy el amor de tu vida.