Quiero escucharte otra vez decirme que soy el amor de tu vida
Han pasado dos años. Nos conocimos en U, ambos teníamos pareja, yo era
la polola del mejor hombre que he conocido en mi vida. Él pololeaba con
una bruja celosa y posesiva (sus palabras). Luego de hacer un trabajo en
el mismo grupo pasamos hablando toda una tarde, el flechazo fue
instantáneo, dejamos a nuestras parejas y a las dos semanas ya estábamos
pololeando.
Los primeros dos años fueron de un amor puro, lindo, el mejor. Cada día
que pasaba más lo amaba y ya hablábamos de una casa, un perro, muchos
hijos; mi vida giraba en torno a él, no pasaba mas de un día en que no
nos viéramos. Me enamoraban su personalidad, su carisma, su sentido del
humor, era perfecto…
Luego empezaron los problemas, comenzó a trabajar en un team, salía por
las noches, sus compañeras de trabajo eran físicamente perfectas, todas
las mujeres suspiraban cuando pasábamos por su lado, yo era invisible.
Así estuvimos dos años más, la relación perfecta ya no lo era, me
convertí en la bruja celópata, vivía amargada, ya no sonreía, sufría de
constantes pesadillas y despertaba llorando por las noches, con él
durmiendo plácidamente mi lado…
Revisaba continuamente su celular y sus redes sociales en donde siempre
estaba coqueteando con alguien, solo que no sabía que yo sabía, por eso
no entendía mis reacciones con él, sentía que lo odiaba, pero tampoco
podía vivir sin él. Me sentía atrapada en una relación que me hacía
daño, nos hacía daño. T
odo explotó el 28 de abril de 2012, dos días antes de nuestro
aniversario N°4. Fue a tirarme mi maleta, había recogido todas mis cosas
de su casa y las metió dentro. Me dijo que ya no podía, que era
demasiado para él; que me amaba pero que no era suficiente… esa fue la
última vez que hablamos, han pasado dos años y nos hemos visto algunas
veces, pero aparte de dirigirnos una mirada parecemos dos extraños con
un pasado en común.
He estado con muchos hombres intentando encontrarlo, pero cada vez me
siento más sola, ya no quiero estar con nadie, porque nadie es como él.
Debo ser un estúpida si aun lo amo, sólo que nadie lo sabe, me convertí
en una mujer fría, práctica, con los pies bien pegados al piso. Critico a
las mujeres que sufren por amor, grito a los cuatro vientos que soy
feliz estando sola, que hago lo que quiero y que no necesito un hombre a
mi lado para ser feliz.
Y es verdad, sólo que nadie sabe que a quien en verdad necesito es a ti.
Sé que nunca leerás esto, quizá en este minuto estés en brazos de otra,
pero quiero que sepas, donde estés, que aquí estoy esperando, quiero
volver a sentirme tu mujer, reírnos de nada, compartir con la familia
los viernes por la noche, ver películas los sábados y lavar el auto los
domingos, quiero escucharte otra vez decirme que soy el amor de tu vida.