Una mujer obesa llamo mucho la atención de un muchacho atlético y de muy bello rostro. Ellos se hicieron amantes y consumaban su pasión en los lugares menos imaginados, en su casa, en los callejones oscuros,moteles y en algunos lugares apartados.
Aunque su atracción era muy fuerte con él, él nunca la llevaba al cine o
a caminar por el parque como cualquier pareja, ella notó que él se
avergonzaba un poco de ella, quizá por salir con una gorda, un día
escucho que la estaba negando antes sus amigos qué decia. ¿Ella y yo?
¿Qué te pàsa? solo es mi amiga jamás lo haría con una gorda jajajaj",
aseguraba él sin titubiar y ella lo escucba todo.
Al estar de nuevo a solas y con lágrimas en sus ojos e imenso dolor en
su pecho ella le pedía una explicación por esas palabras horribles qué
había escuchado, alo que él solo le decia "te amo"
M ientras tomaba sus manos y la besaba. Estas situaciones se repetían con más frecuencia hasta que un día.
“No me volverás a ver hasta que no me aceptes como soy y no te avergüence salir conmigo”, le dijo desesperada después de hacer el amor…
Pasaron los meses y el dolor era tal que cada uno bebía sus lágrimas en las noches pensando en el otro, y mientras estaban juntos con otras personas no era lo mismo que cuando lo hacían juntos.
Después de unos meses más el joven no aguantó y organizó una reunión con sus amigos para decirles: “Negué a la única persona a quien he amado y que me ha amado, me daba vergüenza que ustedes supieran que mi novia era una gorda” les dijo entre lágrimas. Ellos le reprocharon por haber hecho eso, y le aconsejaron que la buscara de nuevo y que fueran felices, sin importar nada más.
Corrió a su auto y a toda velocidad llegó a la casa de la chica, pero para su sorpresa una mujer esbelta, hermosa y con una mirada radiante le abrió la puerta. El la reconoció al instante y cayó de rodillas llorando y pidiéndole perdón.
Durante un largo tiempo ella intentó calmarlo pero él no paraba de sollozar y pedirle que volvieran, cuando ya estuvo más tranquilo ella le respondió con una mirada compasiva:
“Mira yo nunca te dejé de amar, pero cuando me di cuenta que no era suficiente para ti, tomé la decisión de olvidarte, casi me voy del mundo, pero un día un hombre espectacular apareció en mi vida y me hizo sonreír de nuevo, en vez de criticarme me invitó a ejercitarme con él y cuidó diariamente mi alimentación, no se ausentó ni un día durante varios meses hasta convertirme en lo que estás viendo. Lo lamento pero he conocido el amor verdadero, un amor sincero y directo sin ninguna falsedad, que me hizo sentir como una reina delante de todos y no me escondía. Ahora soy feliz con él y espero que tú consigas también con quien ser feliz. No puedo hacer más que desearte que te vaya bien.” Y cerró la puerta mientras el hombre quedó destrozado en el suelo.
“No me volverás a ver hasta que no me aceptes como soy y no te avergüence salir conmigo”, le dijo desesperada después de hacer el amor…
Pasaron los meses y el dolor era tal que cada uno bebía sus lágrimas en las noches pensando en el otro, y mientras estaban juntos con otras personas no era lo mismo que cuando lo hacían juntos.
Después de unos meses más el joven no aguantó y organizó una reunión con sus amigos para decirles: “Negué a la única persona a quien he amado y que me ha amado, me daba vergüenza que ustedes supieran que mi novia era una gorda” les dijo entre lágrimas. Ellos le reprocharon por haber hecho eso, y le aconsejaron que la buscara de nuevo y que fueran felices, sin importar nada más.
Corrió a su auto y a toda velocidad llegó a la casa de la chica, pero para su sorpresa una mujer esbelta, hermosa y con una mirada radiante le abrió la puerta. El la reconoció al instante y cayó de rodillas llorando y pidiéndole perdón.
Durante un largo tiempo ella intentó calmarlo pero él no paraba de sollozar y pedirle que volvieran, cuando ya estuvo más tranquilo ella le respondió con una mirada compasiva:
“Mira yo nunca te dejé de amar, pero cuando me di cuenta que no era suficiente para ti, tomé la decisión de olvidarte, casi me voy del mundo, pero un día un hombre espectacular apareció en mi vida y me hizo sonreír de nuevo, en vez de criticarme me invitó a ejercitarme con él y cuidó diariamente mi alimentación, no se ausentó ni un día durante varios meses hasta convertirme en lo que estás viendo. Lo lamento pero he conocido el amor verdadero, un amor sincero y directo sin ninguna falsedad, que me hizo sentir como una reina delante de todos y no me escondía. Ahora soy feliz con él y espero que tú consigas también con quien ser feliz. No puedo hacer más que desearte que te vaya bien.” Y cerró la puerta mientras el hombre quedó destrozado en el suelo.